LA PSICOLOGIA SOCIAL
Definir la psicología social es una tarea cercanamente ligada a la práctica de la
misma y a la posición teórica que se adopte en el abordaje de la psicología frente a la
problemática de la interacción entre individuo y medio ambiente, individuo y sociedad,
dos ejes centrales en una polémica medular en la psicología desde su constitución como
disciplina independiente.
Amalio Blanco Abarca, catedrático de psicología social en la Universidad
Autónoma de Madrid, considera que hay tantas definiciones de Psicología Social y tantas
Psicologías Sociales como profesionales la practican. Según este autor, la psicología
social es como un personaje que se esconde detrás de diversas máscaras con cierta
coherencia y unidad.
Lo que caracteriza a la Psicología Social es el concepto de relación,
interdependencia, interacción, influencia - modificación de la conducta y las creencias
de una persona debido a la presencia de otros. La Psicología Social enlaza la conducta a
fenómenos micro y macrosociales. La Psicología Social implica una perspectiva - no
individual – para enfrentar la problemática humana.
La psicología social aborda la experiencia subjetiva de las personas, tal como se
construye en la interacción social. Las personas intentan explicar sus experiencias de
vida, atribuyendo significados intersubjetivamente a las circunstancias vividas. A ello
aluden W.I. Thomas y su “definición de la situación” que se refiere a los significados que,
atribuídos a la experiencia humana, construyen la realidad social; Kurt Lewin en la idea
de un “ambiente psicológico” con el cual designa los espacios plenos de significado en la
conciencia del hombre o Fritz Heider con su teoría de la “psicología naive”, con la cual
considera que al explicar la realidad, todos somos psicólogos ingenuos.
En el abordaje de esta problemática, diferentes teorías psicológicas intentaron
enfatizar algún aspecto de la relación, que lejos de cualquier intento de integración
teórica, generó una multiplicidad de teorías de corto o medio alcance que fueron
abordando temas específicos y abrieron nuevos campos de investigación. La psicología
social se desarrolló en un terreno empírico al ritmo de las demandas de la sociedad y de la
utilidad de las respuestas que fue brindando. Esta situación posibilitó importantes
desarrollos metodológicos y técnicos y la elaboración de modelos conceptuales teóricos
cada vez más rigurosos.
D. Cartwright intenta una definición de la psicología que sintetice sus dos
orientaciones: “La psicología social es una rama de las ciencias sociales que intenta
explicar cómo la sociedad influyó en la cognición, la motivación, el desarrollo y el
comportamiento de individuos y es influida por ellos”. El autor destaca las relaciones
recíprocas entre sociedad e individuos a través de dos constructos básicos, el ambiente
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social (normas, roles, grupos, organizaciones, redes sociales) y comportamiento social
(enactuar un rol, ejercer poder, votar, liderar).
Si bien es una disciplina joven con dificultades temáticas y metodológicas, la
diversificación en la población de psicólogos sociales puede ser un interesante incentivo
para la innovación y la creatividad.
EL CONTEXTO SOCIAL EN EL SURGIMIENTO DE LA PSICOLOGIA
SOCIAL
Al trazar los orígenes históricos de la Psicología Social, Gordon Allport (1954)
considera que las raíces de la Psicología Social yacen en el terreno intelectual de la
tradición occidental europea y, en cambio, su florecimiento más reciente es un fenómeno
característicamente americano, especialmente en el período inmediatamente posterior a la
Segunda Guerra Mundial.
El contexto histórico social de desarrollo de la Psicología Social estuvo
fundamentalmente signado por los avatares de la Segunda Guerra Mundial en Europa y
por la gran cantidad de problemas y necesidades críticas que requerían respuestas
urgentes que produjo – combatir la desmoralización de la población, estudios de
actitudes, relaciones internacionales, adaptación de los soldados a la vida en el ejército y
el combate (Stouffer et al., 1949, The American Soldier), problemas psicológicos
acarreados por una economía de guerra -.
D. Cartwright identifica a la Segunda Guerra Mundial como la influencia más
poderosa en el desarrollo de la Psicología Social y a Adolfo Hitler como la persona que
mayor impacto tuvo tanto en el surgimiento de problemas humanos como en la búsqueda
de soluciones. Su marcado antiintelectualismo y antisemitismo contribuyó tanto al
importante flujo migratorio de científicos europeos a Estados Unidos (K. Lewin, F.
Heider, Köhler, Wertheimer, Katona, Lazarsfeld, Brunswik) con el consiguiente retraso
de la psicología social europea, como al crecimiento de focos de desarrollo de psicólogos
sociales en Estados Unidos que adhirieron al paradigma conductista y a la ideología
política americana, la defensa de la democracia, la importancia del individuo, la creencia
en el progreso humano a través de la racionalidad y la educación. K. Lewin dirá: “Creer
en la razón es creer en la democracia, porque garantiza a las personas que razonan un
status de igualdad” (1948).
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